La iglesia de San Andrés se ha convertido esta tarde de domingo, en el punto de referencia de los fieles mirobrigenses pues es en esta parroquia donde se festeja de manera especial a la Virgen de la Peña de Francia, patrona de Ciudad Rodrigo.
A lo largo de los últimos días también han sido muchas las personas que han participado en la Novena y posterior Eucaristía que, por ejemplo, el pasado martes estuvo presidida por el Obispo de la diócesis, Mons. José Luis Retana.
Esta mañana se ha celebrado el Rosario de la Aurora y la Santa Misa y por la tarde ha tenido lugar la Novena, Misa Solemne con Procesión y Ofertorio popular.
La Eucaristía ha estado presidida por el Vicario General, D. José María Rodríguez-Veleiro, y concelebrada por el párroco de San Andrés, D. Tomás Muñoz, y los presbíteros D. Víctor Sevillano, D. Ángel Olivera y D. Vidal Rodríguez, además del diácono permanente, D. Daniel Mielgo.
D. José María se ha referido a cómo los fieles «llegamos esta tarde hasta esta iglesia atraídos por el amor de nuestra Madre a cuya convocatoria no es posible resistirse. Confiamos en que para Ella el mayor gozo es tenernos unidos y reunidos en torno a Ella, viviendo el espíritu de fraternidad y comunión que es el único que puede imperar en la vida de un cristiano».
En otro momento de su homilía ha matizado que «acercarse a María es vivir desde la pequeñez, desde la sencillez, desde el silencio, sin buscar otra grandeza que la de ser hijos de Dios que siguen las huellas de su Hijo que se hizo pequeño para servir a los más pequeños». También ha citado al Papa Francisco, que en la Eucaristía de esta fiesta en 2017, señaló que María «ha sabido ser transparencia de la luz de Dios y ha reflejado los destellos de esa luz en su casa, la que compartió con José y Jesús, y también en su pueblo, su nación y en esa casa común a toda la humanidad que es la creación”.
Tampoco se ha olvidado en sus palabras del ejemplo de San José. «Sin mediar palabra, sin hacerse notar, desde su interior entregado, dócil a la voluntad de Dios, es pieza clave en el misterio de la encarnación. Sin hacerse notar, sin darse a ver, obedeció y actuó».
Por último, pidió a los presentes salir a la calle «convencidos» de que acompañar a Nuestra Señora de la Peña de Francia por las calles, «no es cosa solamente de sentimiento, no es cosa de apariencia, no es cosa de un día, de “postureo” como nos gusta decir ahora, sino de vivencia, de experiencia interior, silenciosa, callada, íntima, de lo que no se ve; y de compromiso, de transparencia para con los demás». En ese sentido, es a los laicos a los que «os corresponde el compromiso en la realidad del mundo, en la familia, el ámbito profesional y laboral, político y social».
Posteriormente, la Virgen ha recorrido las calles próximas a la parroquia hasta llegar al Árbol Gordo. Ya de regreso, a la puerta de la iglesia, se ha desarrollado el ofertorio.
Mañana día 9, está prevista la celebración de un funeral por todos los cofrades difuntos a las 19:15 horas.