Laura Muelas, colabora con las parroquias de Fuentes de Oñoro: «Necesito a la Iglesia en mi día a día»

Catequista, lectora, miembro del Consejo Arciprestal y del Consejo de Pastoral Diocesano o voluntaria de Cáritas Parroquial. Esas son las muchas y variadas tareas en las que Laura Muelas participa de manera activa y voluntaria desde hace más de 20 años.

“Ahora me cuesta un poco más porque mi madre depende de mí, no me puedo desplazar tanto como antes, es verdad que son muchas cosas pero si lo intentas, sacas el tiempo”, explica esta vecina de Fuentes de Oñoro.  

A pesar de entregar su tiempo a los demás y mostrarse dispuesta a ayudar donde más se la necesite, la contraprestación para Laura es grande: “La Iglesia me aporta mucha tranquilidad, paz, lo necesito en mi día a día”, al tiempo que añade que “si tuviera que dejar la catequesis, lo pienso ahora mismo, y no me gustaría; el día que no puedo venir no lo paso bien, me gusta participar en los retiros, es algo que necesito”.

Piensa que si el papel de los laicos ha sido necesario hasta ahora, de cara al futuro más inmediato “va a ser imprescindible porque se nos están plateando casos de que no hay sacerdotes, los pueblos son muy pequeños y están envejecidos y no hay una solución para juntarlos, entre otras cosas por la movilidad. Algo habrá que hacer y el grupo más numeroso es el de los laicos”.

Sobre su tarea en las Cáritas Parroquiales, en este caso la de Fuentes de Oñoro, atienden los jueves de 12:00 a 13:00 horas, y hasta las voluntarias que allí atienden se acerca mucha gente de paso. “No siempre la ayuda que necesitan es económica, tienen otras necesidades relacionadas con cuestiones administrativas, necesitan hacer papeles, empadronarse, solicitar una renta”.

Hasta que llegó la pandemia contaban con un grupo de infancia y juventud en el que ofrecían clases de refuerzo a niños marroquíes y que están pensando en retomar.

Después de todo lo dicho, no es extraño que Laura concluya diciendo: “Creo en el voluntariado”.