El contacto con los misioneros que la Diócesis de Ciudad Rodrigo tiene repartidos por los lugares más dispares del mundo es habitual por parte de la Delegación que encabeza José María Rodríguez-Veleiro y en estos tiempos de pandemia, son varios los que se han interesado por la situación que se vive en España al tiempo que han relatado el estado de la enfermedad en sus países de residencia.
Andrea Alfageme, Dominicana del Rosario, explica desde La Paz (Bolivia) que el país también está en cuarentena, “va creciendo el número de contagiados y siempre hay personas que no acatan las normas”, lamenta. En su caso particular, “hace casi tres semanas que no salimos de casa, por el momento estamos bien y mi familia en España también”.
Andrea sigue las noticias de lo que sucede en España por la televisión “y me doy cuenta de lo difícil de la situación y del sufrimiento que está causando”, por eso se preocupa por los miembros de la Delegación de Misiones, “oro mucho, toda mi comunidad, Dios quiera que pronto termine”.
La misionera Comboniana, Teresa Romo, da cuenta de la situación que se vive en México donde su congregación también está llevando a cabo la pertinente cuarentena. En otros lugares del mundo como Italia o España han fallecido monjas y padres combonianos.
Por último, Ana María Cenizo, acaba de aterrizar en Maputo (capital de Mozambique), donde las Mercedarias tienen una casa para huérfanas y también prestan atención sanitaria.
Ana María ha cumplido hace tan solo unos días 75 años y como ella misma dice, las muestras de cariño que ha recibido por parte de sus hermanas y amigos siempre vienen bien “porque todos somos humanos”.
“Que Dios os proteja de este enemigo, cuidaos mucho porque una parte la tenemos que hacer nosotros”, concluye.