Guardando todas las cautelas debidas que exige el momento actual de pandemia, el Hospital de la Pasión ha recibido la visita del Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, esta mañana, segundo domingo de Navidad.
Acompañado por el capellán D. Andrés Bajo Boada, el Obispo ha celebrado la Eucaristía para los 120 ancianos, aproximadamente, que forman la residencia, junto con las Siervas de María Ministras de los Enfermos, que les atienden. Esta es la segunda fundación de dicha Congregación, que asiste a los ancianos de la residencia mirobrigense ya va para los dos siglos.
Por su parte, la residencia es patrimonio de la antigua Fundación de la Pasión, creada en el siglo XV para atender a los enfermos pobres de la ciudad. Años después, ya en siglo XVI, se creó este Hospital de la Pasión para atención de ancianos necesitados. Siendo, por tanto, una de las instituciones más antiguas y apreciadas de la ciudad.
El Obispo ha animado a los ancianos, a las religiosas y al personal auxiliar a vivir con gozo y con esperanza el acontecimiento del nacimiento de Jesús, que ha traído al mundo el espíritu de solidaridad y servicio que domina todo el ambiente y el espíritu de la casa. Las dificultades que la Sagrada Familia encontró en Belén demuestran que el sufrimiento es parte componente de la vida cristiana. Nadie se libra de él. Jesús alcanzó la salvación de todos por medio de su entrega no exenta del dolor y de la soledad.
Don Jesús ha agradecido al capellán, a las religiosas y a los auxiliares el esmero y el amor que ponen en todas las tareas que llenan su servicio.