Mons. José Luis Retana está presidiendo este lunes, el encuentro de fin de curso de sacerdotes de la Diócesis de Salamanca que se celebra en Ciudad Rodrigo y al que se han sumado sacerdotes de la diócesis civitatense. De este modo, el prelado comparte un día de convivencia con 40 sacerdotes de sus dos diócesis: Ciudad Rodrigo y Salamanca.
En primer lugar, don José Luis ha presidido la Eucaristía en la Catedral de Santa María, momento que ha aprovechado para explicar «la idea principal de estar todos juntos aquí». Así, el prelado ha recordado que cuando un sacerdote se ordena, el Obispo le pone las manos pero luego lo hacen el resto de sacerdotes. «Esto es un modo de decir que no somos sacerdotes individualmente, sino que somos un presbítero que entramos a formar parte de un presbiterio».
Añadió, además, que «un cura sano es fiel a su comunidad y a su presbiterio», al tiempo que insistió en que «tenemos obligación de cuidarnos», para a continuación enumerar los ejercicios espirituales, los retiros, la formación o estos encuentros de fraternidad, como las posibles maneras de hacerlo.
En relación a las lecturas y el Evangelio de este lunes, abordó cómo se superó en la antigüedad la Ley del talión, cómo Jesús puso la otra mejilla. «Puso en el centro de nuestra vida el perdón, en el fondo del mensaje cristiano está la comunión, el perdón, una vida comunitaria» por lo que animó tanto a los sacerdotes presentes como a los laicos «a que esto sea verdad en nuestra propia vida desde la tarea que nos ha tocado vivir».
Esta jornada de convivencia incluye una visita guiada por Ciudad Rodrigo, la visita a Siega Verde y una comida de fraternidad en el Seminario.