La Catedral de Santa María, con la Eucaristía presidida por el Obispo, Mons. José Luis Retana, ha sido el segundo enclave en el que se ha desarrollado la apertura oficial del Curso Pastoral 2024-2025.
Recordando que la Diócesis es «una realidad viva», Mons. Retana ha señalado que «deseamos mirar al pasado con gratitud; queremos vivir el presente con responsabilidad y preparamos el futuro con esperanza. El ayer, el hoy y el mañana de nuestra historia, están marcados por la fidelidad de Dios que siempre camina con nosotros, y por la compañía de la Iglesia que nos sostiene. El Señor, viene con nosotros y marca el ritmo de nuestro caminar. Nuestra misión es poner nuestros carismas al servicio de esta hermosa tarea».
Muy al hilo de la ponencia, ha reconocido que «muchos bautizados viven hoy como si Cristo no existiera» pero «afortunadamente, la misión de la Iglesia está sostenida por la acción del Espíritu Santo y no depende de nuestra coherencia de vida, pero si no logramos superar esa desconfianza ambiental que, en amplios sectores de nuestra sociedad, se ha instalado respecto de la Iglesia, la evangelización se nos hace más difícil, aunque nunca debemos abandonar la misión a la que hemos sido llamados, aun contando con nuestra debilidad».
El prelado ha planteado: «¿Pero, cómo evangelizar en la actual sociedad? La sinodalidad y el discernimiento deben ser los ejes espirituales y metodológicos de nuestras acciones. Caminar juntos, invocar al Espíritu, escuchar y acompañar van haciendo del discernimiento sinodal la clave de fondo que sugiere las acciones a realizar, en la doble escucha del Señor y de los deseos y gemidos de nuestros contemporáneos, con los que nos encontramos en la salida misionera».
Sobre este aspecto ha subrayado que «la sinodalidad no es un tema para reflexionar, sino un modo de ser y de trabajar en la Iglesia, que nos lleva a vivir una auténtica comunión y corresponsabilidad entre pastores, consagrados y laicos».
Además, ha apuntado dos aspectos que marcarán el Curso Pastoral: el Jubileo 2025 y el Congreso sobre Vocaciones que se celebrará en febrero.
El prelado concluyó su homilía agradeciendo «de corazón a todos vuestro trabajo generoso, toda vuestra entrega al servicio de la misión evangelizadora y de los hermanos. Sé que cuento con vosotros. El obispo y la Iglesia diocesana os necesita para hacer llegar a otros el mensaje de amor de Dios, los valores del Evangelio y ser fermento en medio de la masa. Gracias, amigos, por vuestra entrega y generosidad».
Finalmente, Mons. Retana hizo entrega de la ‘Missio Canónica’ a los profesores de Religión, y así se expresó que la labor de los maestros y profesores de Religión se hace en nombre de la Iglesia con un envío que el Obispo hace a cada uno de los docentes.