El Obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Mons. José Luis Retana, ha expresado su deseo de que «tomáramos conciencia de nuestra pertenencia a la Diócesis», al hilo de la presentación del Día de la Iglesia Diocesana que se celebra el próximo domingo, 6 de noviembre.
Don José Luis ha reconocido que se trata de «un día importante» en el que «incidimos en la importancia de la Diócesis para todos los cristianos», aunque no dejó de reconocer que la Iglesia Diocesana es cada día.
El prelado valoró la vida parroquial con todas sus actividades «que exigen, que es lo que pedimos en esta campaña que hemos titulado ‘Gracias por tanto’, muchas personas que prestan sus cualidades, sus carismas, sus dones o parte de su tiempo lo entregan a la iglesia colaborando con sus actividades».
En relación a los laicos, «es una presencia cristiana en medio del mundo, pero también al interior de la Iglesia». En esos cristianos comprometidos se incluyen desde los que colaboran en la limpieza de la iglesia, hasta los que lo hacen en la catequesis o en las lecturas durante la Eucaristía.
En esta rueda de prensa también participó el ecónomo de la Diócesis, D. Manuel Domínguez, que se centró en la parte económica, un ejercicio de transparencia, que se une a las distintas facetas de la Iglesia: celebrativa, pastoral, evangelizadora, cultural, educativa y caritativa-social.
Todos los datos pormenorizados se pueden consultar en esta página web, pero de manera general, apuntó que el capítulo de ingresos y gastos fue de 2.347.205,58 euros en 2021. La partida de ingresos que más destaca es la de la Asignación Tributaria, con más de 1,2 millones de euros, mientras que en la de gastos, la conservación de edificios supuso más de 804.000 euros.
La Delegada de Comunicación, Dña. Silvia García, se centró en la labor de las personas que sostienen las cifras y puso como ejemplo a una laica que forma parte del Consejo Económico, Dña. Victoria Jiménez, y que aporta sus cualidades como Diplomada en Empresariales o el agradecimiento por la oración, en este caso, la de las Franciscanas de El Zarzoso, que junto con el resto de monjas de Clausura (MM. Agustinas y MM. Carmelitas), extienden su oración a todos.