El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha presidido los actos de clausura del 250 aniversario del Seminario san Cayetano recordando que esta institución, además de formar a sacerdotes que han desarrollado una vida «fiel y sacrificada», ha sido «una bendición en la vida social y cultural de esta diócesis, en todo este territorio».
Blázquez se refirió al congreso que a lo largo de los últimos días se ha celebrado en el Teatro Nuevo, Duc in Altum, en el que se ha abordado el pasado, presente y futuro del seminario y que según el prelado «ha satisfecho las expectativas generosas de todos».
Significó la necesidad de hacer memoria pues «memoria y gratitud son inseparables», al tiempo que identificó todos estos acontecimientos como una oportunidad para «recobrar impulso apostólico».
Para Blázquez, a partir de ahora «empezamos los segundos 250 años» y aunque la realidad actual es la de una «penuria vocacional», recordó que «la historia ha estado llena de altibajos, no podemos quedarnos postrados ante tiempos de escasez vocacional».
Tras la celebración de la eucaristía en la catedral, el arzobispo de Valladolid conoció de primera mano la exposición ‘Gracias. 7000 historias y más’, que desde el pasado mes de agosto se ha podido ver en la sala de exposiciones del seminario y que hoy ha cerrado sus puertas.
Precisamente, también hoy se ha presentado el catálogo de esta exposición, como dijo el alcalde, Marcos Iglesias, una forma de que «quede perenne».