El próximo mes de febrero, D. Fernando Fuentes Moro cumplirá 40 años al frente del archivo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo. En concreto, tal y como él mismo aclara, en estas instalaciones ubicadas en el Palacio Episcopal «custodiamos dos archivos: el Diocesano y el de la Catedral». Su cargo es el de Archivero Diocesano pero el hecho de que los dos se encuentren en el mismo edificio, hace que D. Fernando sea el encargado de atender y cuidar ambos.
Si echa la vista atrás, recuerda que fue D. Demetrio Mansilla el que le nombró para este cargo, una vez que finalizó la formación en Geografía e Historia en la Universidad de Navarra, estudios que realizó nada más ordenarse.
A lo largo de los años ha ido combinando las funciones propias de un párroco con las relacionadas con el archivo y el patrimonio diocesano, y en relación al archivo diocesano explica que cuentan con dos grandes fondos. «Tenemos los libros parroquiales, donde se concentran todos aquellos que se han traído a lo largo de los años; el segundo fondo es mucho más general y amplio, abarca muchos temas y también es más numeroso, suma 1.440 cajas».
En la actualidad, la parte de los libros parroquiales, anterior a 1850, está digitalizada, «hace tiempo que se hizo, primero se microfilmó y luego se ha digitalizado, es accesible para la gente».
El interés mayoritario de las personas que se ponen en contacto con este archivo es buscar genealogías, antepasados, «también hay personas jóvenes, estudiantes en busca de temas para hacer sus tesis».
Pero hay otra cuestión que ha despertado más interés en los últimos tiempos. «A partir de la Ley de Memoria Democrática, en estos dos últimos años, hay muchas peticiones de certificados de bautismo por parte de personas de Hispanoamérica que quieren conseguir los bautismos de sus antepasados, abuelos o bisabuelos, con el fin de obtener la nacionalidad española».
No siempre resulta sencillo encontrar la información que se solicita y justo, en el momento de realizar esta entrevista, D. Fernando muestra una relación de doce pueblos, facilitada por una misma persona, y en los que podría situarse la información que demanda. En estos casos, se abarca el espacio de tiempo que les facilitan «pero lo más probable es que no lo encontremos, cuando lanzan datos así, es posible que no acierten». Pero la realidad es que «la gran mayoría sí que nos dan datos, en muchos casos exactos, y nos cuesta muy poco encontrarlo, hacer el certificado, legalizarlo y enviarlo».
A estas labores del archivo se ha sumado D. José Efraín Peinado, que desde hace unos meses colabora con D. Fernando para adelantar todo el trabajo posible y agilizar las peticiones que se realizar.