Alrededor de 185 de personas participaron en la Cena de la Solidaridad que cada año organiza la delegación de Manos Unidas en la diócesis de Ciudad Rodrigo y en la que se planteó a través de una conferencia previa, la realidad de un país como Bolivia.
El acto se celebró en el salón que las Hermanas Teresianas tienen en la calle Velayos y se enmarcó dentro de las actividades que desarrollan desde este colectivo con motivo de la Campaña contra el Hambre y que permite apadrinar diversos proyectos, este año en Haití y la India. La semana pasada se celebró la Operación Bocata.
Momentos antes de la cena, la hermana teresiana Raquel Sainz pronunció una charla en la que habló de su experiencia como misionera en Bolivia a lo largo de más de 25 años. El menú se compuso de sopa y una manzana y es una manera de recordar a todas esas personas que tienen necesidades.