El Obispo Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, ha realizado la visita canónica a las MM Carmelitas en esta jornada de miércoles.
Dicha cita ha comenzado a las 8:30h con la celebración de la Santa Misa. El Obispo ha evocado la vocación de cada hermana que han dejado sus cosas, su familia y sus tareas para seguir con prontitud al Señor en la Orden del Carmelo. Ellas dejaron sus familias y su patria en Perú para seguirle en esta diócesis de Ciudad Rodrigo. Les ha invitado a profundizar en su vocación de contemplación, de servicio humilde, de comunión con Cristo y de vida comunitaria, siguiendo el espíritu de su fundadora, Santa Teresa de Jesús. Ellas oran y ofrecen sus vidas al Señor por cuantos formamos esta Iglesia particular de Ciudad Rodrigo y por la Iglesia universal.
Igualmente, la carta de San Pablo a los Efesios ha servido de marco a las virtudes propias de una carmelita: la humildad y la amabilidad, la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz, mantener la comunión en un solo espíritu, un solo cuerpo y una sola esperanza, modelo de la vida fraterna de requerida en la Orden del Carmelo.
Asimismo, siguiendo el modelo de la sinodalidad, que será común para toda la Iglesia en el curso que comienza, les ha exhortado a valorar la gracia que cada una ha recibido según la medida del don de Cristo. Y de la misma manera que el Espíritu Santo a unos los hizo apóstoles, a otros evangelistas, profetas, etc. para la edificación del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, a cada hermana le ha dado un don y un carisma propio, que se concreta en los diversos oficios al servicio de la comunidad porque, conforme a la espiritualidad de Teresa de Jesús, también en los pucheros anda el Señor, es decir en cada una de las tareas, aun las más humildes de la vida diaria en el convento, sirven para su santificación personal y para mantener una vida comunitaria viva y fraterna.
La visita canónica ha consistido en la entrevista que el Prelado ha mantenido con cada hermana con el fin de evaluar, confortar, animar y hacer propuestas respecto a la vida de la comunidad. El Obispo ha insistido en la unidad y la corresponsabilidad de todas en la vida común, siguiendo a la Santa Fundadora y el espíritu de sinodalidad, en el que también ellas, monjas contemplativas, han de dar ejemplo.
Finalmente, la comunidad ha elegido como priora a la M. María Electa de Cristo Rey, que servirá y velará por la comunidad, conforme al espíritu del Carmelo durante los próximos tres años. Todas las hermanas han abrazado a la Madre, como signo de afecto y obediencia, y el Obispo ha felicitado a la nueva priora y a toda la comunidad por el nuevo periodo que comienzan en esta Diócesis. Finalmente, les ha agradecido su generosidad por servir al Señor en esta diócesis, tan lejana a su tierra y les ha otorgado su Bendición.