Con ocasión de la fiesta de la Anunciación, un día importante para la vida consagrada, el Obispo Administrador Apostólico, Mons. Jesús García Burillo, ha cursado una visita a la comunidad de Agustinas contemplativas de San Felices de los Gallegos, acto que realiza con alguna frecuencia. La visita ha consistido en una larga conversación con las hermanas y la posterior celebración de la Eucaristía. El capellán D. Carlos Norberto Gómez Giménez no ha podido participar, ocupado en asuntos pastorales.
La conversación ha versado sobre los centros de interés de la comunidad, formada por la Abadesa M. Lucía, la Vicaria sor Fátima, la Consejera sor Rita, sor Manuela, tres hermanas keniatas: sor Inmaculada, sor Escolástica y sor Concepción, y otras dos hermanas necesitadas de asistencia física, dado su estado de salud: sor Josefa y sor Lucía.
Las hermanas Agustinas se sienten actualmente felices, en primer lugar, por vivir intensa pero serenamente su consagración al Señor, y en particular porque, gracias a las gestiones personales que el Administrador Apostólico ha realizado en Roma, en la sede de la Congregación de Vida Consagrada, la comunidad ha podido regresar a su anterior Federación Nuestra Señora del Buen Consejo y San Alonso de Orozco, de la cual había salido con ocasión de la publicación de la Instrucción Cor Orans, del Papa Francisco.
Las hermanas tenían interés en conocer la situación actual de la Diócesis, de los sacerdotes, de las religiosas y de los fieles laicos, sobre todo de su participación en los siete Retiros que en este mes de marzo se están llevando a cabo en los arciprestazgos, pues es de todos sabido que entregan enteramente su vida a la oración por las necesidades de los marginados y por la salud espiritual de los sacerdotes y fieles de la Diócesis. Todo en el ambiente de Cuaresma y del espíritu de la fiesta de hoy.
Económicamente, la comunidad está sufriendo notablemente las consecuencias de la pandemia, puesto que desde hace un año no pueden ofrecer la venta de sus ricos dulces, una de las fuentes más importantes de su sustento económico, ya que, sensibles a la posible transmisión de la Covid 19, han cerrado el mercado de sus ventas para evitar todo contacto con las personas.
En la homilía de la Misa, el Obispo ha comentado los puntos esenciales del trascendental Evangelio de la fiesta, que relata el anuncio del Ángel a María sobre su maternidad divina, y que cambiaría la historia de la humanidad al tomar la carne humana el Hijo de Dios. Lo cual causaría la liberación del hombre de la corrupción del pecado. Don Jesús les ha invitado a seguir el ejemplo de María, dóciles al proyecto del Señor, pronunciando sus mismas palabras: aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. También les ha agradecido su plena consagración al señor y a la Iglesia con un modo de vida más perfecto.
Las hermanas han agradecido cordialmente la Eucaristía y la visita del Obispo en un día tan señalado.